El próximo 23 de abril, como cada año, se celebra el día de Sant Jordi en Cataluña. Un día muy especial en el que es costumbre que las mujeres regalen libros a los hombres y que los hombres regalen rosas a las mujeres. Un día que en esta región ha pasado a ser incluso más importante que San Valentín. Y es que Sant Jordi, además de ser el patrón de Cataluña, es el patrón de los enamorados en la región. Pero, ¿alguna vez te has preguntado de dónde viene esta tradición?
La costumbre de regalar una rosa roja a las mujeres viene del siglo XV, cuando los hombres hacían llegar este detalle a la mujer de la que estaban enamorados a través de un amigo. Pero ha logrado mantenerse durante tanto tiempo gracias a la Feria de Rosas que se instalaba en el Palacio de la Generalitat, en el lugar en el que las mujeres asistían a misa con motivo del día de Sant Jordi. Una hermosa tradición que, desde el año 1930, ha quedado unida al Día del Libro.
No obstante, los catalanes no solamente tienen este tipo de detalles con su pareja, sino que se trata de un detalle que también puede tenerse con los amigos o con los familiares. Tan arraigada que, cuando se encuentran fuera de la ciudad, muchos deciden enviar rosas a domicilio a través de Internet para que esa persona tan especial no se quede sin su rosa de Sant Jordi.
La leyenda de Sant Jordi y el dragón
Pero, ¿y el día de Sant Jordi? ¿Por qué se celebra? Muchas son las historias y leyendas que se han ido forjando a lo largo de los siglos alrededor de la figura de Sant Jordi. Narraciones donde los acontecimientos históricos se entremezclan con otros de carácter fantástico. La más conocida es la de Sant Jordi y el dragón. Se dice que a las afueras del pueblo de Montblanc habitaba un terrible dragón que tenía atemorizada a la población. Para alejarlo, le daban animales para comer, pero llegó un día en que ya no quedaban más y los habitantes se vieron obligados a sacrificarse ellos mismos. De esta forma, cada día se realizaba un sorteo para elegir a la persona que serviría como ofrenda para la bestia.
La mala fortuna quiso que en una de estas ocasiones la elegida fuera la princesa. Mientras marchaba hacia su destino para encontrarse con el dragón y éste estaba a punto de atacarla, del bosque salió un caballero a lomos de un caballo que produjo una herida al dragón que terminó por inmovilizarlo. Lo ató y, junto con la princesa, regresó a la ciudad, donde dio muerte al monstruo a la vista de todos. Fue entonces cuando se dice que de su sangre brotó un rosal y que el caballero regaló una rosa a la princesa.
Con los años, la historia fue haciéndose más conocida, transmitiéndose de generación en generación, alcanzando su mayor esplendor durante la época medieval, cuando fue nombrado Patrón de los Caballeros. De ahí que hoy esta historia sea conocida en muchos países del mundo. Todo apunta a que la tradición de regalar una rosa en este día viene precisamente de la última parte de esta leyenda, pero la realidad es que ha ido perdurando en el tiempo por la Feria de Rosas que se instalaba en el Palacio de la Generalitat.
Además de esta tradición en la región de la Empordá (Girona), en este día los mozos tenían permiso para entrar a las casas de la muchacha que le gustaba y sacarla a la calle incluso aunque se encontrara en camisón. No obstante, sabedoras de ello, lo normal es que las muchachas estuvieran arregladas desde hace varias horas esperando al mozo. Aunque esta costumbre ya ha desaparecido, no lo ha hecho la de la rosa y cada año por Sant Jordi las calles de las ciudades de Cataluña se llenan de estas preciosas flores que lo impregnan todo con su aroma, creando un ambiente realmente mágico.
Sant Jordi es uno de los mejores días del año en Barcelona! Todas las calles se llenan de rosas, no os lo perdáis.