El día 1 de Noviembre es el Día de Todos los Santos, día en el que nos acordamos más que nunca de aquellos que dejaron nuestro mundo. La tradición en este especial día es limpiar y decorar las tumbas o nichos en los cementerios, especialmente con ramos de flores que, curiosamente, les dan vida. No olvidemos que la tumba de nuestros difuntos son ahora sus hogares y deben lucir como tal.
La especie más demandada en esta fecha es el crisantemo. Desde hace más de dos mil años, esta flor es utilizada en las ceremonias chinas para simbolizar una larga vida. En el siglo XVIII llegó a Europa donde se convirtió en “la flor del cementerio”, es la protagonista de los ramos de flores que se encargan este día. Se trata de una flor otoñal y ofrece una amplia gama de tamaños y colores (blanco, crema, amarillo, varias tonalidades de rosa y lila, melocotón, burdeos y caoba oscuro). Posee una curiosa característica y es que se conserva tanto en lugares exteriores como interiores. No necesita excesivos cuidados y se adapta perfectamente a las temperaturas otoñales (entre 13 y 18 grados), puesto que no soportan las altas o bajas temperaturas en extremo.
Si el crisantemo no es de su agrado, también es muy común optar por comprar ramos de claveles, gladiolos o rosas. La combinación de todas ellas hará un gran jardín con el mejor de los aspectos.
Para cubrir la gran demanda de este primer día de Noviembre, los viveros que cuidan las flores programan sus cultivos para la última quincena de octubre. De esta forma, se aseguran que haya flores para todo el que quiera celebrar esta festividad. Se cree que la mejor opción y la forma más atractiva de ornamentar la lápida, es hacerse con un vistoso ramo de flores naturales, no obstante hay personas que prefieren comprarlas artificiales.
Este día por lo tanto, debemos hacer un descanso en nuestras vidas ajetreadas y dedicar un momento a lo largo de este día a nuestros difuntos. Dado el ritmo de nuestras vidas, es normal tener tiempo para llevar las flores al cementerio pero no para comprarlas. Por ello, las floristerías se encargan de enviar flores el día de los Santos y de arreglos funerarios en general.
Es muy triste perder a alguien querido, con todo, con las flores el día de los Santos, haremos que se convierta en una fecha donde rendir homenaje y recordar a los nuestros con la mayor de nuestras ilusiones de reencontrarnos algún día con ellos.
Y recuerden que “nadie muere si hay alguien que siempre lo recuerde”.