Se acerca la primavera y es el momento de preparar el jardín para que esté resplandeciente, las plantas preparadas, y podamos empezar a disfrutar de él con la llegada del buen tiempo. La primavera es la época favorita de los amantes de las flores y las plantas, ya que es el momento en que todo se llena de color y podemos pasar más tiempo al aire libre en compañía de nuestros familiares y amigos. Con lo cual, es hora de empezar a sacarle provecho a nuestro jardín y conseguir que luzca lo más bello posible.
Durante los meses de invierno, muchas plantas ralentizan crecimiento, pero esto no quiere decir que no haya tareas que hacer en el jardín. De hecho, es el momento perfecto para realizar muchas cosas antes de que llegue la primavera. Es cierto que con el frío, no apetece demasiado salir al jardín y ponerse a trabajar, pero ten por seguro que si prodigas a tus plantas y flores los cuidados necesarios, ellas te devolverán el regalo de la primavera, creciendo sanas y llenado de vida tu jardín.
Esto no significa que debamos trabajar en exceso, solamente debemos asegurarnos de realizar aquellas tareas que son fundamentales para que nuestros exteriores estén perfectos cuando llegue la época de la floración. Y para que te resulte más fácil, hoy te traemos una lista de tareas que debes llevar a cabo a finales del invierno, desde remover la tierra y mantener el suelo abonado, hasta plantar flores de primavera, planificar el jardín y revisar en qué estado se encuentran tus herramientas. Ponte manos a la obra y verás como tu jardín te lo agradece en primavera.
Mantener el suelo abonado
Como ya sabrás, cada planta tiene sus procesos de abonado y fertilización, pero más allá de esto, debes saber que es bueno abonar el terreno cada año para asegurarnos de que cuenta con los nutrientes necesarios. En esta época, el abono que debes utilizar es el orgánico. Debes extenderlo por el suelo del jardín en una capa de entre dos y tres centímetros. Después deberás removerlo con una azada para que se mezcle bien con la tierra.
Remover la tierra
En caso de que no abones la tierra, de todas formas es bueno removerla, especialmente si el invierno ha sido muy lluvioso. De este modo, ayudamos a oxigenarla y evitamos que se apelmace. Esa tarea puede realizarse en cualquier terreno a excepción de los arcillosos cuando estén húmedos o de aquellos sobre los que se ha puesto un acolchado.
Plantar especies anuales y bianuales
Si plantamos flores de primavera a finales del invierno, florecerán en primavera. Algunas plantas anuales son el pensamiento, la dalia, el crisantemo, la caléndula o la petunia. Y algunas de las bianuales son las margaritas, el clavel y el alhelí.
Crear semilleros protegidos
Gracias a los semilleros, podemos realizar nuevos cultivos en esta época. De esta forma, ya en las primeras semanas de la primavera podremos contar con plantas como begonias o petunias.
Plantas especies caducifolias a raíz desnuda
Las plantas de hoja caduca son aquellas que pierden sus hojas generalmente en invierno. La plantación a raíz desnuda es la que se lleva a cabo al trasplantar estas especies de un sitio a otro con las raíces a la vista. Finales del invierno es el momento más adecuado para hacerlo.
Podar árboles y rosales
Esta época también es el mejor momento para podar las plantas y árboles, salvo aquellas especies que florecen en los primeros días de la primavera. Para los rosales es recomendable cortar casi todos los tallos del año anterior que ya han florecido. Es conveniente dejar sólo unos cuatro o cinco. El corte debe realizarse justo por encima de las yemas. También es aconsejable eliminar las ramas estropeadas o secas para que no absorban vitaminas del resto de la planta y crezcan con más fuerza.
Planificar el jardín y revisar el estado de las herramientas
Debido a que es en la primavera cuando muchas plantas vuelven a recuperar su actividad después del letargo del invierno y cuando plantamos muchas otras, es bueno planificar el jardín, pensar cambios, idear nuevas plantaciones, etc. Y también es la época de asegurarnos de que contamos con todas las herramientas de jardín necesarias y que se encuentran en buen estado. De esta manera, no dejaremos lugar a la improvisación ni tendremos que salir de compras con prisas, lo que suele derivar en problemas o gastos inesperados.