La primavera es una época muy especial para nuestras plantas de interior y exterior, ya que es el momento en el que muchas de ellas dejan atrás su estado de latencia y florecen, impregnando con su belleza y sus colores nuestro hogar. Es precisamente porque es la estación que más flores da, por lo que es posible encontrar una gran variedad de ramos de flores baratos en las floristerías como Mayoflor.
Sin embargo, esto ni significa que deban dejarse crecer sin ningún cuidado. De hecho, es precisamente en esta época cuando debemos proporcionarles más cuidados para poder satisfacer sus nuevas necesidades. El riego, el abono, el trasplante y la protección contra las plagas son algunos de ellos. De esta forma, nos evitaremos sorpresas y conseguiremos que nuestras plantas nos permitan disfrutar de todo su esplendor en la estación del año que mejor les sienta.
Regar las plantas de interior en primavera
Generalmente, las plantas de maceta permanecen en el interior durante los meses de invierno y se sacan al exterior cuando las temperaturas empiezan a ser más cálidas. En estos casos, es necesario llevar a cabo un proceso de adaptación. En los primeros días las dejaremos un máximo de dos horas en nuestro balcón o terraza, siempre en un lugar adecuado donde no se vean expuestas al viento, la lluvia o los rayos del sol. Conforme vayan pasando los días, iremos incrementando la cantidad de horas.
Además, en esta época, las plantas necesitan de mucha agua, pero el aumento debe ser progresivo, ya que un exceso de agua de golpe podría ser muy perjudicial, especialmente si hay riesgo de bajas temperaturas. Lo más adecuado para casi todas las plantas es dejar que la tierra se seque antes de volver a regar. Para plantas de interior es recomendable, además de regar la tierra, rociar los tallos, las hojas y las flores para que reciban agua directamente.
Trasplantar y abonar las plantas de interior en primavera
La primavera suele ser un buen momento para casi todos los ejemplares para el trasplante. No obstante, antes de hacerlo, es conveniente tomar algunas precauciones para evitar daños. Es fundamental que la planta haya dejado atrás su fase invernal. Si llevamos a cabo el trasplante cuando todavía se encuentra en este estado, el estrés podría afectarle negativamente.
Una vez las hayamos trasplantado, debemos esperar entre seis y ocho semanas antes de echarles abono, pues durante este tiempo tendrán suficiente con los nutrientes que les proporciona la tierra. Es recomendable usar abonos naturales, empezando siempre por cantidades bajas: la mitad o un tercio de lo que se indica en el producto. A medida que vayan pasando los días, aumentaremos las cantidades de manera progresiva hasta alcanzar lo recomendado por el fabricante.
Proteger las plantas de interior de las plagas en primavera
Con el aumento de las temperaturas, las plantas corren el riesgo de ser infectadas por una plaga o enfermedad. Por este motivo, es importante estar pendientes ya desde los primeros días de la estación para evitar que dañen nuestras plantas. Se deben vigilar las yemas, huevo, brotes y capullos de toda la planta. Si las plantas afectadas se encuentran en una maceta, lo más aconsejable es apartarlas del resto para evitar que contagien a las demás.
También deberemos estar pendientes de las malas hierbas que además de afear nuestras plantas, les roban nutrientes, afectando a la salud de la planta. Es recomendable eliminar todas las malas hierbas que encontremos desde la raíz para evitar que el problema se reproduzca. Es cierto que se trata de un trabajo laborioso y algo cansado, pero verás como tus plantas te lo agradecen llenando tu casa de alegría.