Esta planta pertenece a la familia de las crasuláceas. Es originaria de Madagascar igual que otras muchas especies de este género. Tiene las hojas carnosas de un color verde oscuro. Las flores, en la mayoría de las plantas que se encuentran en las floristerías, son de color rojo aunque también las hay de color amarillo, naranja o blanco.
Otras especies de gran atractivo son el k. tomentosa que tiene las hojas cubiertas por pequeños pelos que le dan un aspecto aterciopelado, k. beharensis que tiene hojas muy grandes y llega a sobrepasar los 2 metros de altura o k. tubiflora que produce plantitas en sus hojas cilíndricas.
Floristerías Mayo cuenta con todas las variedades de esta especie en su tienda y en su sección flores a domicilio, acompañadas de las características que se muestran a continuación para un correcto cuidado de esta especie, permitiendo de esta manera que perdure en el tiempo.
– Luz: Tolera lugares poco luminosos
– Temperatura: Cálida. En invierno no debería descender de los 15ºC
– Riego: Riegos moderados que se reducirán en invierno
– Humedad: Rociar sus hojas y limpiarlas con un paño.
– Cultivo: Durante todo el año tenemos que procurar que el kalanchoe reciba abundante luz. En invierno puede darle algo de sol pero en verano es mejor protegerlo en un lugar sombreado. Se adapta perfectamente al clima de nuestro país y por lo tanto se puede tener en el exterior de la casa, sin embargo, en invierno no tendremos que protegerlo cuando la temperatura descienda por debajo de los 10ºC. Los riegos deben ser durante todo el año más bien moderados. Durante los meses cálidos los aportes de agua se realizan una vez a la semana y durante el invierno es suficiente con un riego cada quince días. Entre los meses de marzo y agosto abonaremos el kalanchoe.
– Problemas: De todos los errores que se pueden cometer en el cultivo de esta planta es el exceso de riego el que más afecta. En invierno sus necesidades de agua son mínimas, por eso cuando nos excedemos en el riego de sus hojas pierden la rigidez y quedan flácidas, y la planta corre el riesgo de pudrirse. La elevada humedad también puede favorecer la aparición de mildiu que debería ser tratado lo antes posible con un producto antifúngico. Al mismo tiempo colocaremos la planta en un lugar menos húmedo y reduciremos los riegos. Si aparecen cochinillas adheridas a sus hojas las podemos eliminar con un algodón impregnado en alcohol o con un insecticida específico.
– Multiplicación: A finales de la primavera se puede intentar reproducir el kalanchoe. El éxito lo tenemos casi asegurado ya que es una planta que produce raíces con gran facilidad, incluso en ciertos momentos del años en sus troncos podemos ver cómo aparecen raíces aéreas. Lo que tenemos que hacer por tanto es tomar las partes terminales de los tallos que cortaremos con una longitud de unos 10 centímetros. Estos esquejes deben dejarse secar durante uno o dos días para que la zona de corte cicatrice perfectamente. Los plantaremos en una mezcla de arena y turba, a partes iguales, y los regaremos muy ligeramente. A continuación la maceta la situaremos en una posición bien iluminada.
Cortesía de Floristería Mayo Flor.