¿Te imaginas estar regando tus plantas con heavy metal de fondo para tus lirios y cambiar a música clásica en el turno de las orquídeas? No es que las plantas tengan un oído para el rock. Investigadores de la Universidad de California descubrieron que el stomata de una planta tiene dos células que reacciona con las vibraciones y las diferentes propiedades que tiene la música como tono, timbre, amplitud, frecuencia, etc. Y esto mejora su crecimiento y vitalidad, formando una relación perfecta entre flores y música.
Pero no todo tipo de música les hace bien, si las melodías son muy altas y fuertes pueden morir. ¡El silencio también les gusta!
Efecto Mozart
Desde hace décadas los científicos han buscado una explicación para el “Efecto Mozart” en personas, plantas y animales. Esta música actúa como un estimulante beneficiando a todas las especies.
Desde los años 50 se realizan experimentos con música y plantas para probar la existencia de una relación. No hay colegio que se precie que no tenga algún alumno experimentando en este campo.
Un estudio realizado en 1973 por la universidad de Denver experimentó con dos clases de música; a un grupo de plantas les ponían música rock durante 3 horas diarias mientras que a otro grupo, exactamente igual, les ponían música clásica. Se comprobó que las flores que oían jazz y música de Bach crecieron las fuertes y bonitas que las que escucharon a Led Zeppelin y Jimi Hendrix.
En 2001 un italiano, Carlo Cignozzi, quiso alejar las plagas de sus viñedos y utilizó altavoces para reproducir música clásica durante 24 horas. La conclusión es que los viñedos maduraron más rápido.
Un estudio realizado en 2007 “Periódico asiático de ciencias vegetales” realizó un experimento con semillas de cebolla. En un grupo se reproducía música clásica de Chopin, Mozart, Wagner, Mussorgdky, Tchaikovsky y Schuber con ritmos fuertes. Y en otro, los mismos autores de música clásica, pero con sonidos más dinámicos y rítmicos. Se comprobó que en el segundo grupo la velocidad de la división mitótica de las plantas fue mayor, produciendo así, un crecimiento veloz.
Flores y música, algunas conclusiones
Si eres de los que habla con sus plantas y mascotas no te sientas ridículo, y añade un poco de música a la lista. Si algo podemos deducir de un sinfín de investigaciones y experimentos es que algo tienen las vibraciones y el son de la música clásica que favorece el crecimiento en todas las especies. De hecho a las plantas les encanta el jazz, la música india y la clásica proporcionando un desarrollo palpable de las raíces y mayor crecimiento del tallo y las hojas. En cambio el estilo country y rock no parece gustarles a nuestras amigas. Con este tipo de música más fuerte los experimentos notaron bastante diferencia; un crecimiento escaso y empeoramiento de las raíces, incluso muchas de ellas murieron a los días.
Hablar también funciona
Muchos experimentos son los que han demostrado que el sonido estimula el desarrollo y el crecimiento de las plantas. Llegando incluso a mejorar el tamaño de la hoja respecto con aquellas que sólo están en silencio. No hay una fórmula exacta que demuestre que la música estimula y favorece el crecimiento de las plantas. Pero el efecto de la resonancia y el sonido puro se notan en estos beneficios.
Tradición, superstición o ciencia, si algo se sabe es que las plantas trasmiten optimismo y frenan el estrés o la depresión. Por otro lado, en nuestro hogar filtran sustancias tóxicas como metales pesados e hidrocarburos refrescando y purificando el aire.
¡Si te gustan las flores rodéate de ellas! Además de alegrarnos la vista y tener efectos positivos en nuestro ánimo, son preciosas y perfumadas. Tus preferidas están en tu tienda o en floristerías online, y te las llevan a tu casa sin la necesidad de que te molestes. ¡Nos gustan las flores!