Las flores, en todas las culturas alrededor del mundo, han estado presentes. Las pruebas más antiguas encontradas son restos de polen en cavernas de Neandertales para los enterramientos.
De siempre hemos visto cómo las flores se han utilizado (y se sigue actualmente) para demostrar simpatía, culpabilidad, intenciones sexuales, celebraciones, sentimientos religiosos, ornamental, perfumes, etc. Se pueden aplicar a un sinfín de momentos y situaciones.
Seguro que has recibido flores alguna vez. Y estamos seguros de que es un momento que recuerdas de manera positiva. Si te pones a pensar en ese momento seguro que te ves con una gran sonrisa. Y es que “las flores tienden a elevar la sensación de disfrute del que las recibe”. Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado el estudio publicado por la Universidad de New Yersey.
Los responsables de este estudio, después de realizar varias test con personas, concluyeron que las flores alivian el stress y generan un alto estímulo de felicidad y placer. Y es las flores son inductoras de felicidad y según las pruebas que realizaron todos los que recibían flores presentaban un estado de ánimo positivo durante varios días.
Las flores provocan efectos inmediatos positivos en las reacciones, humor, comportamiento e incluso en la memoria de igual manera tanto en los hombres como en las mujeres.
Además, no solo generan alegría sino que también disminuyen los sentimientos negativos y provocan un impacto sobre el bienestar y la salud emocional.
Según este estudio, la presencia de las flores hacen que te vuelvas más social, ya que al estar más feliz necesitas tener contacto con tus amigos y familiares. Y todo se convierte en positivo.
Por este motivo, sea cual sea la razón de la porque quieres regalar flores, incluso sin tener un motivo específico, no olvides que el efecto que van a provocar es tan positivo que te recordarán, sin olvidar el efecto que provocarás en esa persona.